
La jornada siguiente nos decantamos por Havalina y Triángulo de Amor Bizarro, que actuaron en la plaza dels Angels. Al lado del edificio del Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona todo se vuelve más idílico. Las guitarras armónicamente ruidosas de Havalina resultaron música celestial. Potentes y con presencia, seducen hasta hacerte gritar "siempre quise estar desnudo en tu habitación". Y Triángulo de Amor Bizarro, eternos provocadores, contagiaron su descaro a un público con ganas de dejarse llevar.
Al día siguiente nuestro particular BAM terminó a lo grande, con Standstill desplegando su juego de imágenes y luces como telón de fondo de su grandilocuencia. Musicalmente imponentes, elegantes y exquisitos, para nosotros fueron el broche perfecto a un festival que cada año se supera.
LittleBlue