LOVE OF LESBIAN - La Experiencia Lesbiana

No es la montaña rusa más alta del mundo, ni el descenso de rápidos más peligroso pero, en cuanto a sacudidas emocionales, quizá "La Experiencia Lesbiana" sea de las más intensas. La noche eterna comenzó con Love of Lesbian sobre el escenario y, al fondo, altos bastones de neón rojo iluminando la oscuridad misteriosa. Sus sombras se movían creando espejismos de melancolía mientras una Sala Salamandra (Hospitalet) repleta coreaba "sigue su invasión y es constante". Parte del público les señalaba, brazo en alto, como culpándoles de su adicción. Y así ocurrió durante toda la actuación con frases como "ha vuelto aquella fiebre de siempre", "golpeas bien, lo haces bien", entre otras.

Si algo caracteriza a "La Experiencia Lesbiana" es la comunión que existe entre banda y público. Un pacto no escrito de acción y reacción permanente. Un partido amistoso de tenis donde la pelota juega en los dos campos. Y la naturalidad complemente a la música en un baile de risas constante. Parecen haberse vuelto un poco más roqueros, desgarrando sus instrumentos hasta exprimirles el alma. Pero, sin duda, conservan la esencia de sus actuaciones gamberras de antaño, de cuando las salas no llegaban ni a la mitad de su aforo, de cuando se disfrazaban de surrealismo.

Fueron dos horas y media repletas de temas de "La Noche Eterna, Los Días No Vividos", "1999" y algún guiño a "Maniobras de Escapismo" y "Cuentos Chinos para Niños del Japón". Variaciones en el setlist con respecto a los conciertos del año pasado, situando los bailes antes de lo esperado y cerrando con la belleza sosegada de los sueños que no se llegan a cumplir. Así, en vez de marcharse con la euforia del ritmo disparatado recorriendo el cuerpo como parece regir en el manual del concierto ideal (de menos a más). En este caso primó la sensación de emoción sostenida, casi a un paso de la madurez emocional, pero sin llegar del todo. Porque de eso se trata "La Experiencia Lesbiana", de profundizar en el yo para luego reírse de uno mismo más a gusto. 


Crónica: LittleBlue
Fotos: Miss Mi Mayor