Quien dijo que la
cafeína era adictiva estaba en lo cierto, aunque en este caso se escriba con
dos efes y se de aires de miss. La prueba está en que, por una buena dosis de
caffeína, somos capaces de subirnos a un AVE rumbo a Madrid.
Ya en mayo
disfrutamos del directo de Miss Caffeína en Barcelona. Y en aquella ocasión llenaron la Sala Music Hall, demostrando que
el público catalán puede que sea más frío que otros pero, cuando te lo ganas, lo da todo como el que más. Claramente la vitalidad y entrega de Alberto ayudó mucho a ello. Sabe
cómo sacar todo lo que lleva dentro y contagiar su energía, sentimiento y
entusiasmo a los presentes. En Madrid, nos reunieron en una pequeña pero
acogedora sala, la Contraclub, con una capacidad de 80 personas y un SOLD OUT prácticamente desde que se pusieron las
entradas a la venta. Nos esperaba un concierto acústico, formato en el que
nunca les habíamos visto antes, y llevamos ya unas cuantas tazas de Caffeína. Pese
a descolocarnos un poco la idea de no verles
tan cañeros como nos tenían acostumbradas, admitimos que en acústico tienen un
sonido excelente, con un toque más dulce y próximo que nos cautivó. En ambos
conciertos repasaron sus dos discos, "Polvo y Flores", publicado
recientemente, e "Imposibilidad del Fenómeno", de 2010. En Madrid vimos a Alberto compartiendo micro
con Francisca Valenzuela, colaboración que nos dejó con muy buen sabor de boca.
Definitivamente, sea en eléctrico o en acústico estos chicos saben ganarse bolo
tras bolo a su fiel y, cada vez más numeroso, público.
Mille Rouge à lèvre y LittleBlue
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