Después del aperitivo en
forma de acústico que nos regalaron los componentes de KUVE el
viernes en la FNAC de Diagonal Mar, la noche del sábado acudimos a
la cita con ellos en el Let’s Festival, en la mítica sala
Salamandra de L’Hospitalet de Llobregat, en el que compartían
cartel con IZAL y Ruidoblanco. Tres bandas emergentes que vienen
pisando fuerte, cada una en su estilo.
KUVE sorprendió a los
allí congregados con su formato eléctrico con la banda al completo,
que le da a su pop dulce, un toque más rockero. En la
aproximadamente media hora que estuvieron tocando, hicieron un repaso
por los mejores temas de su primer disco, “Regresión”,
consiguiendo que el público se acercara a disfrutar más a fondo de
su detallista directo, con la voz de Maryan Frutos al frente de los
músicos, encabezados por Carlos Otero, guitarrista, y que envolvían
a la perfección a la solista. Letras frescas y melodías con olor a
buen tiempo que no nos vamos a poder sacar de la cabeza. Tras un breve descanso, y
con el escenario prácticamente a oscuras, se oye un bombo. Es
Alejandro, batería de IZAL, que nos anuncia que algo grande está a
punto de suceder. Rápidamente, los demás integrantes se distribuyen
a su alrededor, y Mikel, vocalista, acompaña a esos ritmos con un
canto cuasi tribal, invitando a la fiesta con aires celtas que iba a
dar comienzo. Con un solo LP en el mercado, “Magia y efectos
especiales”, no aparentan ser novatos sobre las tablas, sino todo
lo contrario, lo manejan a su antojo, igual que a los asistentes, que
acaban bailando alegre y desenfrenadamente.Una pausa para recuperar
el aliento y los líquidos perdidos, llega el momento de profundizar
en nuestras inquietudes con Ruidoblanco. Salva y Cris, el dúo de
voces que te transporta a lo más hondo de tu alma para que
recapacites con sus harmonías vocales, y seas capaz de resurgir para
ver la luz en sus letras. Música selecta para oídos expertos. Melodías trabajadas,
limpias y vibrantes desde el interior, que se transmiten lentamente,
como un virus que no te deja escapar.
Crónica y Fotos: Miss Mi Mayor
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